Rachel estaba nerviosa. La señora Douglas tenía el rostro de una persona de treinta años, pero en realidad, superaría los cincuenta. Tenía el pelo corto, teñido de rubio y llevaba un chándal azul con una gran S en el pecho: Seaford Senior High School.
-Tú debes ser Rachel, la nueva en el Instituto.
-Sí,-Dijo Rachel, desde la puerta del gimnasio-usted es la señora Douglas.
-Sí, venga, no te quedes ahí parada. Hazme un número, el de tu antiguo Instituto.
-Vale.
Entonces, Rachel empezó a hacer el número estrella de su antiguo Instituto.
-¡Dame una M, dame una U, dame una S, dame una I, dame una C! ¡Muuuuusic!
Entre voltereta y voltereta, Rachel cantaba, sin que su voz cambiara cuando estaba boca abajo, el himno de su antiguo Instituto. Su padre era un gran abogado y su madre no trabjaba. "Motivos de trabajo", alegaron sus padres cuando les dijeron a Rachel y a Matt, su hermano, que debían mudarse de estado, de una gran ciudad como es Seattle a pueblo cercano a Nueva York llamado Seaford.
-¡Perfecto!-Dijo la señora Douglas, aplaudiendo, al igual que todas las animadoras.-¡Perfecto! ¡Ven, Rachel, acercate.
Cuando Rachel se acercó, la señora Douglas la agarró por el brazo y la llevó fuera del gimnasio, entre los murmullos de las animadoras.
-El año pasado se fue del Instituto la capitana de las animadoras, Queen. Desde entonces he buscado entre las que quedaban una buena capitana, pero no he encontrado ninguna, excepto a tí.
-¿Yo? ¿Capitana? Pero...
-Pero nada. El Instituto Music te curtió bien, pero yo quiero curtirte más. Eres un pequeño diamante y te mueves como una santimbanqui profesional-Dijo la señora Douglas, con una sonrisa en el rostro-.¿Crees que llevas un azulejo dentro?
-Sí, creo que sí, señora Douglas. Gracias por confiar en mí y en mis posibilidades.
-La chica nueva se va a presentar a animadora.-Dijo Sharon a su hermano Jason.-Es muy guapa.
-Me da igual, estoy centrado en el atletismo.
-Que sepas que no todo en la vida es correr, también hay que disfrutar, a pesar de que el señor Cat os diga lo contrario. Anda, pasate a ver los ensayos, ya no solo por la chioca nueva, si no por mí.
-¿Te has apuntado al club?
-Sí, por fín me he decidido.
-Me parece estupendo. Claro que te voy a ver.
-A las cuatro, ni un minutos más ni uno menos.
-Allí estaré.
-Os presento a la nueva capitana de las animadoras, Rachel.
La sorpresa se notaba en todas y cada una de las caras de las animadoras.
-¿Ella?-Exclamó Amy, una chica pelirroja, repetidora de 2º curso por tercera vez, levantandose de la butaca de la grada.-¡Si acaba de llegar! Si ella es la capitana, yo dejo el club.
-Muy bien, ya puedes irte.-Contestó la señora Douglas. Algunas animadoras abrieron los ojos en señal de felicidad. Rachel también los abrió a la vez que bajaba la cabeza, esta vez en señal de vergüenza. -Ahí tienes la puerta.
Amy bajó hasta la pista, miró a la señora Douglas y después a Rachel. A los pies de ésta tiró sus pompones azules oscuros.
-Ya tienes pompones, Rachel. Tenemos que reducir gastos.
Rachel se agachó y cogió los pompones.
-¡Señora Douglas, las cuatro!
-Muy bien. Comencemos el ensayo. ¡Jason, qué sorpresa! ¡Cuánto tiempo!
El chico entró al gimnasio y se sentó arriba del todo. Sharon subió y le contó lo que había ocurrido con Rachel y con Amy y quién era Rachel y quien era Amy...
-¡Sharon! ¡Venga! ¡A calentar!
-Voy.
-Venga, talones, chicas, el campeonato se acerca, ¿no es así Jason?
-Así es, señora Douglas.
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