
Había una vez tres niños que vivían en Castilla y León. Se llamaban Roberto, Marina y Pepe. Los tres vivían en La Alberca, eran vecinos y se conocían de toda la vida.
Un día querían ir a jugar a la charca, cogieron sus bicicletas y se dirigieron hacia allí, recorriendo el prado del Sr. Juan:
-¡Fuera de mi prado!-gritó éste.
Pero los niños no hicieron caso. Cuando llegaron a la charca, vieron que salía humo del bosque,dejaron allí las mochilas y se fueron a avisar a Ana, su profesora.
Al llegar a la escuela, cuando los niños contaron a Ana lo que sucedía, ésta se sintió preocupada y rápidamente acompañó a los niños al bosque.
Que bonita, creo que me voy a enganchar
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