-¿Quién es esa? Siempre que vengo está ahí.
-Y cuando no vienes también está. Se llama Isabel. Sale a las nueve de la mañana, se da un baño de no mas de diez minutos, sale, se seca, se sienta en la hamaca, hasta las nueve de la noche, sin moverse, solo para mirarnos mal a los que corremos por ahí.
-Pues es muy aburrido venir a la piscina y no bañarte. Anda, quita que me voy a tirar de bomba.
A las ocho menos cuarto, los padres de Estela fueron a recogerla.
-Ahí sigue-dijo Estela.
-Tal vez sea que no se puede mover de ahí.
-No sé, yo lo único que digo es que es una aburrida.
-Venga Estela,-dijo la madre.-debemos irnos.
-Gracias por invitarme. Adiós.
-Adiós, otro día te llamo.
Carmen cerró la puerta y se quedó pensando unos momentos: ¿Por qué leía el mismo número de la revista Ciao!? ¿Cuál era la razón por la que no se movía en todo el día? ¿Por qué miraba mal a los niños?
Continuará...
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