-Buenas noches a todos,-empezó Raquel, la presentadora del programa.-hoy, como cada viernes, viajaremos a algún lugar del mundo. Marcos es hoy el encargado de presentarnos el bello país que es Argentina. Pido un fuerte aplauso para él.
Marcos entró en plató y se sentó en un sillón al lado de la presentadora.
-Muy buenas noches,-dijo el colaborador.-como muy bien ha dicho Raquel, he viajado hasta Argentina para enseñarles todo lo que he podido ver, y como siempre, de la mano de los paisanos que viven allí. He estado con Sandra, Lucas y Mario, y esto es con lo que me he encontrado. Dentro vídeo.
El vídeo comenzó. En él salía Marcos, sentado en una silla de un bar típico argentino. Después se dirigía a una casa, llamaba a la puerta y abrió una chica joven.
El vídeo comenzó. En él salía Marcos, sentado en una silla de un bar típico argentino. Después se dirigía a una casa, llamaba a la puerta y abrió una chica joven.
-Hola, soy Sandra.-dijo ella.-Pasad, estais en vuestra casa.
-Muchas gracias. Tú de donde eres.
-Yo soy de aquí, de Argentina.
-Sí, de corazón es de aquí, pero de nacimiento.
-No, que yo he nacido en el Hospital General de Niños Pedro Elizalde de Buenos Aires.
-¡Pero usted ha llamado al programa "Billete de ida" porque usted es de España y vive aquí.
-Claro, yo vivo aquí, pero no sabía que debía que ser de España. Bueno, pues adiós.
El pobre Marcos salió de la casa con cara de circunstancias y dijo a la cámara:"Ahora pasamos con nuestro siguiente español, espero, que vive en Argentina".
El siguiente español salió trabajando en un puesto de perritos calientes.
-Buenos días, tú debes ser Lucas.
-¡El mismo, el artista de Buenos Aires!-bociferó el "artista", ahuyentando a algunos clientes.-Yo ya he acabado de trabajar.
-¿Tú cuánto cobras por trabajar aquí?
-¿Yo? Nada.
-¿Cómo qué nada?
-No, que yo trabajo aquí hasta que el verdadero dueño llega por las mañanas.
-Entonces, usted se lo roba.
-Sí.
-Vale, Jorge, -le dijo a la cámara.-corta, este tío está loco. Ya habrá alguno que esté cuerdo y valga la pena.
Los dos, el cámara y el reportero salieron corriendo.El siguiente personajillo que les esperaba era un tal Mario, que decía trabajar como Científico.
-Buenas, soy Mario García, tengo 61 años y llevo aquí 2.
-Hola, Mario. ¿A qué te dedicas?
-Soy científico.
-¿Y en estos momentos en qué trabajas?
-Busco unicornios y marcianos.
Marcos se rió.
-No en serio.
-Si en serio te lo estoy diciendo. Busco unicornios y marcianos. Son las criaturas mas bonitas jamás conocidas.
-Claro, nadie las conoce.
-Yo sí, un unicornio se me apareció en la tostada, la forma de la mermelada era claramente un unicornio. Mira aquí tengo la foto.-Le enseñó la foto a Marcos y a la cámara. Lo que se veía claramente era una mancha de mermelada.-Y el marciano se me apareció a través de la plancha. Sí, parece raro, pero yo estaba planchando una bata de laboratorio cuando me llamaron por teléfono para confirmar mi pedido de probetas de plástico, y no me di cuenta y dejé la plancha sobre la bata y la quemadura que se creó era un marciano. Mira, aquí tengo la fotografía.
Ahí también se veía claramente que el hombre estaba chalado. Era una quemadura, normal y corriente.
-Bueno, me temo que deben irse, voy hacer un experimento super peligroso.
El científico echó a los dos.
Hasta aquí el programa de hoy.-Dijo Marcos, llorando, para después salir corriendo.
Raquel estaba inmóvil, al igual que Marcos y el público. Había sido el programa más desastroso de la historia. Marcos empezó a llorar como un bebé.
-¡El programa no estaba preparado, ha salido así de mal por las personas que tuve que entrevistar!-Y volvió a salir corriendo.
Raquel se levantó y empezó a llorar desconsoladamente.
-Iba a decir "hasta la semana que viene", pero no creo que nos quieran ver.
Y también salió corriendo. Quedaban dos minutos y medio y había que utilizarlos como fuese. Para ello, salió el regidor, contó un chiste malo que no acabó y así se dio por terminado el programa de esta semana, y seguramente, el de la siguiente, la siguiente y la siguiente...
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