Junio 2011
¡¡Nuevo número del periódico literario!! Brujas en nuestra sección de "Mitos y leyendas", un nuevo acertijo como cada mes y una frase sobre amor y guerra, para darle vueltas a la cabeza. Para descubrirlo haz click sobre "Periódico Literario", que se encuentra en la parte de arriba del blog.


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sábado, 7 de mayo de 2011

CLARITA Y EL DRAGÓN FELIPE PARTE I

Clarita se despertó temprano y muy inquieta. Estaba nerviosa, le pasaba casi todos los días que se iba de excursión con los compañeros de clase. Su profe Noelia les había organizado el día en el campo. Tenían muchas actividades: coger castañas para el magosto del sábado, recoger hojas para hacer un colage sobre el otoño, tener una pequeña lección de la vida en el campo, para lo que tenían una visita a una granja escuela y sobre todo, pasar un agradable día con los amigos.
Clarita llegó de las primeras a la puerta del cole de donde salía el autobús, mas no tardaron en llegar los otros niños.
-¡Clarita! ¡Clarita! Dijo Raquel.
-¿Hola Raquel! contestó la niña abrazándose a su amiga.
- ¿Vamos juntas?
-Si, Raquel, cómo me voy a perder la excursión.
- No, Clarita ¿que si vienes conmigo en el mismo asiento?
-¡Ah! no te había entendido, claro me siento junto a ti.
No tardaron en llegar los demás amigos, entre los que se encontraban Luis y Jony. Estos dos eran hermanos gemelos, vecinos de Raquel, por lo que se llevaban muy bien con las dos niñas, ya que jugaban muchas veces en el parque. Los dos hermanos se sentaron en el asiento siguiente a las dos niñas.
Después de pasar la mañana en la granja escuela y hacer un descanso en un parque, para comer los ricos bocadillos, que sus mamás les habían preparado, los llevaron a un monte donde había muchos castaños. Los cuatro amigos se juntaron para ir a recoger castañas debajo de un castaño, que había muy grande. Estaban todos entusiasmados recogiendo las castañas cuando Luis les llamó.
-¡Jony! ¡Raquel! ¡Clarita! Venir, mirar esto.
Los niños corrieron hacía donde estaba Luis, todos intrigados por ver el motivo de su llamada.
Al llegar vieron una piedra que brillaba como un cristal. Se arrodillaron junto a ella, para poder verla bien.
-Chicos pero veis lo mismo que yo, dijo Clarita toda sobresaltada.
-Pe..pe..ro si parece la pantalla de un portátil, dijo Jony incrédulo.
-¡Anda Luis! no nos tomes el pelo, dijo Raquel, si, es un espejo que refleja.
-Tú, no ves bien Raquel, cómo va a ser un espejo que refleja, si lo que se ve es un precioso castillo y aquí no hay ninguno -dijo Clarita.
¡Anda! Tienes razón- dijo Jony.
-Vamos a llamar a la profe, dijo Luis levantando la piedra con ambas manos.
-¡Noeeeeeeeeeeliaa! -dijeron los niños.





Cuento escrito por Margarita Carro González, el cuento continúa, no os lo perdais.

miércoles, 23 de febrero de 2011

SOY UNA ZAPATILLA

Soy una humilde zapatilla de "andar por casa", hija de una bota alta, (hecha del mejor cuero y muy calentita), y de una rápida deportiva, (transpirable, impermeable y muy cómoda) Vamos que mi madre trabajaba con una modelo y mi padre con un deportista. También tengo un hermano, un hermoso zapatito infantil, con broches de velcro, de los que se ponen fácilmente y encantan a los niños. Bueno y esto es todo sobre mi familia...y sobre mi...
Vivo y trabajo en una casa en la que vive una familia de clase media. Caliento los pies a una mamá que llega siempre muy cansada, después de un día duro de t
rabajo. Es una señora muy cuidadosa, y que me mantiene en muy buen estado. Mi compañera (la del pie derecho) y yo nos llevamos muy bien. En resumen, aquí estoy muy a gusto. aunque me gustaría volver a ver a mis padres, pero seguro que ahora están guardados en el fondo de un armario, o en una tienda de segunda mano...claro que eso con suerte ya que podrían estar en el vertedero...¡A veces es duro ser una zapatilla!

lunes, 3 de enero de 2011

HISTORIA DE UN COMPÁS

La cadena de montaje había finalizado. Me encontraba en una preciosa caja de plástico azul, bastante cómoda, todo hay que decirlo. Mis delgadas patitas de metal estaban ancladas a la caja con una goma. De pronto la luz "se apagó": ¡No estaba solo! como yo había cientos de esos extraños objetos, todos en una gran caja marrón. Entonces noté que aquello se movía. Después de mucho rato, cuando volví a ver la luz del sol me encontraba frente a un cristal, había mucha gente que caminaba a un ritmo frenético, algunos se paraban miraban un momento y seguían con esa interminable carrera. Pasaron muchas horas y anocheció. Con mucho esfuerzo me levanté de mi cajita y vi que estaba rodeado de libros, lapiceros, cuadernos... Miré debajo de mi caja y vi un cartel que decía lo siguiente:
"OFERTA: COMPÁS 17,90€"
Seguí explorando el lugar, con mucho cuidado de no hacer ruido hasta que la luz entró de nuevo por los cristales. volví a mi funda y me quedé quieto.
De pronto la puerta se abrió y apareció un hombre que
dijo:
-¡Aquí estoy de nuevo, en mi querida librería!
Yo estaba más tranquilo, ya sabía como me llamaba y dónde estaba.
Aquella mañana entró mucha gente en el local, y de pronto oí mi nombre:
-¡Compás!-dijo una señora al fondo de la tienda.
El librero se acercó a mi y me cogió. La señora le dio unas monedas y el librero me metió en una bolsa, que después le entregó a la mujer.
De nuevo todo estaba oscuro, y cuando volví a ver estaba en un estuche rosa, que estaba encima de una mesa rosa, en una habitación de ese mismo color. Un poco después apareció una niña vestida de color rosa, que me sacó del estuche y picó una de mis patitas en un papel (¿de qué color?), de color verde y me dio vueltas hasta marcar una línea circular. ¡Que mareo! Cuando acabó esta tarea me guardó en mi funda y me metió en un cajón.
Desde aquel día, hace tanto tiempo...no he vuelto a salir del cajón...


REFLEXIONA:
¿Tú cuidas tus objetos, o los tratas como la niña?
¿Los usas con cuidado, sin golpearlos, si tirar de ellos...?
¿Te olvidas de ellos después de usarlos una vez?
¡Piénsalo!

martes, 24 de agosto de 2010

LOS OJOS DE LA BIBLIOTECA

Ciudad de Portada, 26 de julio de 3184
Querido diario:
Hoy ha sido un día muy cansado, para empezar, me despertó la limpiadora que venía a abrillantar la biblioteca con su enorme retaila de productos de limpieza, perfumados con aromas cítricos. Estaba encerando la estantería de libros de cocina, que es el lugar donde yo duermo, cuando empezó a ojear uno de los libros. ¡Que susto me llevé a ver sus grandes ojos tan cerca de mi! Me levanté del libro de Caperucita Roja (Edición Limitada), que es mi cama, muy sobresaltada, pero me volví a dormir. Más tarde, cuando llegó la bibliotecaria, la Señorita Hudson, encendió el ordenador y yo salí de mi pequeño escondrijo para empezar el día. Cogí mi bata y me dirigí hacia los servicios me lavé la cara y me fui a desayunar. Mmmm, un delicioso trozo de pan con queso de cabra me esperaba en la pequeña mesa-portalápices. Después de terminar mi trozo de queso me fui a la zona infantil. Yo sé leer, pero lo de leer libros más grandes que yo, no me gusta. Prefiero los libros de niños pequeños, que no cuestan leer, porque tienen las letras del tamaño de mi cabeza. Me cogí un libro que se llamaba: "¡Todo el mundo va!" ¡Qué final tan inesperado. Después, el señor Clapton, el novio de la señorita Hudson, la recogió para ir a comer. ¡Por fin estaba sola de nuevo! Corrí hasta llegar a la sección de libros de viajes. Cada día visitaba un país, sin moverme de mi casa. Acabé de leer el libro a las cinco, hora en la que la señorita Hudson tendría que abrir, pero en su lugar abrió una señora mayor. Llevaba un cartel en el bolsillo de la camisa. Para leerlo me puse mis gafas y vi que ponía: Señora Doyle. Bibliotecaria de sustitución. ¿Sustitución? ¿Qué era eso? Para saberlo, corrí hasta la estantería dónde están todos los diccionarios. Cogí uno y busqué. S, su, sus... ahí estaba, sustitución. Leí en voz baja la definición: Acción y efecto de sustituir. ¿Pero qué era sustituir? Encontré sustituir: Poner a algo o alguien en lugar de una persona o una cosa. Entonces...la señorita Hudson debe estar enferma y la señora Doyle la sustituye. A las seis llegó una niña con un montón de libros para devolver.
-Hola.
-Hola pequeña. ¿Te has leído todos esos libros?
-Sí. ¿Dónde está la señorita Hudson?
-Está de viaje, pero yo la sustituyo, si te puedo ayudar yo.
-No, da igual. Aquí tiene sus libros.
La niña se fue corriendo y parecía muy triste, al igual que la Señora Doyle. Decía:"¿Por qué seré de sustitución y no una bibliotecaria más, a la que todos los niños quieren?" Me dió mucha pena. A las ocho y media, la señora Doyle se iba a ir y grité, con tadas mis fuerzas: ¡¡Espereeee!! ¡¡Espereeeeeeee!! Parecía que no me oía, así que me apresuré a llegar hasta ella y cuando llegué, le tiré del pantalón. gritó, a la vez que corría hasta el mostrador y se subía a él.
-Un...un...ratón.
-Una ratona, si no le importa.
-¡Y habla! ¡Esto debe ser una alucinación!-Dijo la mujer, frotandose los ojos.
-No, soy de verdad, me llamo Abie, Abie Pérez. Mi primo es español, Ratón Pérez.
-Yo... yo soy... la señora Doyle.
-Ya lo sé, lo he leído de su cartel.
-¿Sa-sabes leer?
-Sí, claro. Vivo aquí desde que tenía un mes.
-¿Y qué quieres de mí?
-Sólo quería decirte que aunque los niños no te digan que te quieren, poco a poco te irán cogiendo cariño y cuando vuelva la señorita Hudson, se sentirán muy mal porque usted se ha ido.
-Sí, supongo que tienes razón.
-¿Le puedo pedir un favor?
-Sí, claro, por supuesto-En ese momento se bajó del mostrador, ya no me tenía tanto miedo-. Tú dirás.
-¿Ves esa sección? ¿La de libros de cocina?
-Sí, la veo.
-Bien, esa es mi cama. Lo que pasa es que cuando llega la limpiadora, todos días, los ojea, y me asusto.
-¿Y qué quieres que yo haga?
-Que me proteja, además he pensado cómo.
-¿Cómo?
-Vaya a la papelera y coja una caja.
Ella, muy obediente, fue.
-Vale, ahora, cójame.
-¿Qué te coja?
-Sí venga.
Ella, aunque con cara de asco, me cogió.
-Vamos a la sección de cocina.
Cuando llegamos, me dejó en una valda.
-Ahora busque el libro "Soufflés para inexpertos".
-Aquí está.
-Lléveme hasta él.
Me subió y yo aparté el libro.
-Ponga la caja al fondo, por favor. Y ábrala.
-Vale.
Lo hizo.
-Ahora, por favor, métame.
-Vale.
-¡No me cierre, que mañana no puedo salir!
-Perdona.
-Muchas gracias, señora Doyle. A partir de ahora, esta será mi casa, puede venir a tomar un té cuando quiera.
-Con mucho gusto. Hasta mañana, Abie.
-Adiós.

Y así es como ha sido mi día, el día en el que he conocido a la Señora Doyle, mi salvadora y mi cuidadora, espero que por mucho tiempo, que la señorita Hudson se merece unas largas vacaciones.
ABIE PÉREZ

miércoles, 28 de julio de 2010

BILLETE DE IDA, EL PROGRAMA DE LOS LOCOS

-Buenas noches a todos,-empezó Raquel, la presentadora del programa.-hoy, como cada viernes, viajaremos a algún lugar del mundo. Marcos es hoy el encargado de presentarnos el bello país que es Argentina. Pido un fuerte aplauso para él.
Marcos entró en plató y se sentó en un sillón al lado de la presentadora.
-Muy buenas noches,-dijo el colaborador.-como muy bien ha dicho Raquel, he viajado hasta Argentina para enseñarles todo lo que he podido ver, y como siempre, de la mano de los paisanos que viven allí. He estado con Sandra, Lucas y Mario, y esto es con lo que me he encontrado. Dentro vídeo.
El vídeo comenzó. En él salía Marcos, sentado en una silla de un bar típico argentino. Después se dirigía a una casa, llamaba a la puerta y abrió una chica joven.
-Hola, soy Sandra.-dijo ella.-Pasad, estais en vuestra casa.
-Muchas gracias. Tú de donde eres.
-Yo soy de aquí, de Argentina.
-Sí, de corazón es de aquí, pero de nacimiento.
-No, que yo he nacido en el Hospital General de Niños Pedro Elizalde de Buenos Aires.
-¡Pero usted ha llamado al programa "Billete de ida" porque usted es de España y vive aquí.
-Claro, yo vivo aquí, pero no sabía que debía que ser de España. Bueno, pues adiós.
El pobre Marcos salió de la casa con cara de circunstancias y dijo a la cámara:"Ahora pasamos con nuestro siguiente español, espero, que vive en Argentina".
El siguiente español salió trabajando en un puesto de perritos calientes.
-Buenos días, tú debes ser Lucas.
-¡El mismo, el artista de Buenos Aires!-bociferó el "artista", ahuyentando a algunos clientes.-Yo ya he acabado de trabajar.
-¿Tú cuánto cobras por trabajar aquí?
-¿Yo? Nada.
-¿Cómo qué nada?
-No, que yo trabajo aquí hasta que el verdadero dueño llega por las mañanas.
-Entonces, usted se lo roba.
-Sí.
-Vale, Jorge, -le dijo a la cámara.-corta, este tío está loco. Ya habrá alguno que esté cuerdo y valga la pena.
Los dos, el cámara y el reportero salieron corriendo.El siguiente personajillo que les esperaba era un tal Mario, que decía trabajar como Científico.
-Buenas, soy Mario García, tengo 61 años y llevo aquí 2.
-Hola, Mario. ¿A qué te dedicas?
-Soy científico.
-¿Y en estos momentos en qué trabajas?
-Busco unicornios y marcianos.
Marcos se rió.
-No en serio.
-Si en serio te lo estoy diciendo. Busco unicornios y marcianos. Son las criaturas mas bonitas jamás conocidas.
-Claro, nadie las conoce.
-Yo sí, un unicornio se me apareció en la tostada, la forma de la mermelada era claramente un unicornio. Mira aquí tengo la foto.-Le enseñó la foto a Marcos y a la cámara. Lo que se veía claramente era una mancha de mermelada.-Y el marciano se me apareció a través de la plancha. Sí, parece raro, pero yo estaba planchando una bata de laboratorio cuando me llamaron por teléfono para confirmar mi pedido de probetas de plástico, y no me di cuenta y dejé la plancha sobre la bata y la quemadura que se creó era un marciano. Mira, aquí tengo la fotografía.
Ahí también se veía claramente que el hombre estaba chalado. Era una quemadura, normal y corriente.
-Bueno, me temo que deben irse, voy hacer un experimento super peligroso.
El científico echó a los dos.
Hasta aquí el programa de hoy.-Dijo Marcos, llorando, para después salir corriendo.
Raquel estaba inmóvil, al igual que Marcos y el público. Había sido el programa más desastroso de la historia. Marcos empezó a llorar como un bebé.
-¡El programa no estaba preparado, ha salido así de mal por las personas que tuve que entrevistar!-Y volvió a salir corriendo.
Raquel se levantó y empezó a llorar desconsoladamente.
-Iba a decir "hasta la semana que viene", pero no creo que nos quieran ver.
Y también salió corriendo. Quedaban dos minutos y medio y había que utilizarlos como fuese. Para ello, salió el regidor, contó un chiste malo que no acabó y así se dio por terminado el programa de esta semana, y seguramente, el de la siguiente, la siguiente y la siguiente...

jueves, 22 de julio de 2010

¿ES UNA BOLA DE CRISTAL?

Mi abuela siempre las pone en Navidad, encima de la chimenea. Yo iba a coger la foto de mis padres, cuando el tonto de Tobby, el perro de la abuela, se chocó contra mí y una bola de cristal con nieve y un Papá Noel dentro se cayó al suelo y se rompió en mil pedazos. A la vez que la bola caía hacia el suelo, yo me hize pequeña y subí volando hasta la repisa de la chimenea. Mis piernas se movían involuntariamente y, sin yo quererlo, atravesé otra de las bolas de cristal. Miré hacia atrás y vi a Tobby, mirándome, parecía alegre y todo, y luego chupó el cristal. Las bolitas que simulaban la nieve lo cubrían todo y empezaban a hundirme. Al otro lado de la bola había un lugar con piedras y sin nieve. Intenté andar hacia allí, pero no podía, a cada paso que daba me hundía. Así que, para algo me serviría la medalla de oro en el campeonato del colegio, cogí airey me "sumergí". Cuando salí a tomar aire, me di cuenta de que ya había llegado al caminito. Cuando lo vi antes, me pareció que estaba muy lejos, pero me di la vuelta, y vi el agujero por donde me había metido casi en mis pies. ¿Qué había pasado? Donde estaban las piedras, era un camino que llevaba a una casa.¡Había leído tantos cuentos de casas con personas malvadas dentro: Hansel&Gretel, Ricitos de oro...! Pensé en darme la vuelta, para qué negarlo, pero al fin y al cabo las historias son solo eso, historias. Entré y allí había una señora, vestida de rojo que me miraba sin parpadear.
-Hola.
-Hola, eres la persona número uno que llega. Soy Mamá Noel y seré tu guía turística.
-¡No quiero hacer un tour turístico por aquí, quiero volver a casa con mi abuela!
-En ese caso, jamás podrás salir de aquí...
Pegué un grito tremendo y la verdad, con razón. me destapé y fui a la habitación de mi abuela. Después bajé al salón y fui hacia la chimenea y vi las dos bolas, la que se había roto y en la que me metí. ¿Qué pasaría si de verdad la rompiera? Prefiero no saberlo.

domingo, 2 de mayo de 2010

LOS SÁBADOS SECRETOS DE LA FAMILIA SANCHEZ

Todos los viernes era igual: Los amigos y amigas de los chicos les invitaban a hacer un montón de cosas, desde ir a dormir a su casa, ir al cine o a la biblioteca, pero siempre tenían que hacer cosas.
-Josefina, voy a celebrar mi cumpleaños el sábado en la heladería al lado de mi casa. Vendrás, ¿no?
-No creo que pueda, tenemos que llevar a mi abuela al pueblo, que va a hacer obras y los obreros es el único día que pueden ir.
-Pues entonces nada. Oye, el sábado pasado te llamé para preguntarte los deberes de Mates y por lo visto tampoco estabais.-Le preguntó Sofía a Josefina, la hija mayor de los Sanchez.
-No, fuimos a comer a casa de mi prima que vive a casi cincuenta kilómetros, entonces se nos hizo muy tarde y al final vinimos a las diez de la noche.
Todo eso que le había contestado Josefina a Sofía era mentira, pero ella sabía que su mejor amiga nunca se enteraría de todas las mentiras que le llevaba contando desde hacia, mas o menos, cinco años. Los padres de Josefina y de los gemelos, Javier y Juan, se llamaban Sandra y Mario. Ellos, cuando tenían la edad de los gemelos, unos seis años, se enteraron de que eran superheroes. Durante la semana actuaba una chica desconocida para toda la familia Sanchez. Por la poca información que habia en la Biblioteca Secreta, se llamaba Sanch, ese era su apellido, su nombre: DESCONOCIDO.
-¿Por qué el peligro solo es los sábados?- Preguntó Javier, uno de los gemelos, mientras volaban hacia París- Ayer me invitaron a casa de Marina y le dije que que nos teníamos que ir al pueblo.
-Bueno,- contestó Josefina- no te quejes, que yo me estoy perdiendo el cumpleaños de mi mejor amiga.
-Bueno chicos,- Dijo Sandra, la madre, intentando quitarle hierro al asunto-a lo mejor Sofía está celebrando su cumpleaños y Marina está en su casa con los demás niños, pero nadie está llendo a París.
-Sí, Carlos se iba a Paría hoy con su padre.
-¿Pero a qué no va volando sin ningún aparato?
Allí nadie pudo hablar, porque su madre tenía razón. Estuvieron largo rato sin hablar, hasta que Maio divisó París.
-¡Tierra a la vista! París, con el Louvre y su Mona Lisa, con el Río Sena y por supuesto con su Torre Eiffel.

La familia aterrizó en lo alto de la Torre Eiffel y bajaron rapidamente para comenzar su misión.
-Voy a llamar a la abuela,-Dijo Josefina cuando se acordó de que debía llamar a su abuela para que supiera que habían llegado a París.- Debe estar preocupada.
-Sí, yo voy a llamar a Dal para que nos dé las instrucciones de nuestra misión.
Por lo que les había dicho Dal, su primera parada era en el "Mercado de Las Pulgas".
-¡Qué asco! Yo ahí no voy, me voy de tiendas y nos vemos en la siguiente parada.-Dijo Josefina
-De eso nada, jovencita. Tú te vienes con nosotros y luego ya compraremos llaveritos de la Torre Eiffel.

Después de casi tres horas por París, el caso del robo del pañuelo de seda estaba resuelto. ¿No os lo había dicho? entonces, tendré que contarlo. Resulta que a una señora llamada Claire, mientras dormía a las orillas del Río Sena le habían robado el pañuelo de seda que le ghabía regalado su bisabuela. Y al final lo había robado un niño para regalarselo a su madre por su cumpleaños, y la señora Claire le regaló el pañuelo.


El lunes, a las ocho, llegó Sofía corriendo
-Josefina, al final no celebré mi cumpleaños porque mi hermano se cayó y se rompió un dedo de un pie así que al final no lo celebré. Lo celebro el viernes, ¿vale?
-¡Vale!
A las nueve, a la hora en la que entraban los de primaria al cole, fueron Javier y Juan a ver que tal se lo habían pasado Marina y los demás en si casa.
-Pues mal, porque cuando estabamos merendando, fue Marco, tiró una pelota contra una lampara, se cayó contra el acuario de mi padre y todos los peces se salieron.
-Vaya, lo siento.
-No importa, no se murió ninguno. Mi madre me ha dicho que si quereis que podeis venir el domingo a comer. ¿Podeis?
-El domingo... ¡Sí!

martes, 6 de abril de 2010

LA ISLA SECRETA III

CUANDO TODO SE SOLUCIONA

A la media hora, mas o menos, estaban en el puerto del pequeño pueblo de Lucía.
-Lucía, ¿sabes ir sola a casa?-Le preguntó Layla-¿Necesitas que te acompañe?
-No, gracias, es muy sencillo ir, solo tengo que bajar esta calle.
-Lucía, no hace falta que te vuelva a repetir que lo que has visto en la isla no se lo puedes contar a nadie. Es un secreto entre tú y yo.
-Y Dora.
-Y Dora, es verdad.
En ese momento Layla se dio la vuelta y se monto en un coche rojo. Lucía apuntó la matrícula: A 502362.
-¡Qué raro!- Exclamó Lucía- Esa matrícula no es de aquí.
Bajó toda la calle corriendo, tenia unas ganas tremendas de ver a sus padres, pero, cuando faltaban solo un par de bocacalles que cruzar, se dio cuenta de que sus padres, incluso la policía le harían preguntas, y si quería seguir investigando, debería inventarse una buena excusa para haber faltado tres días a casa.
-Ya sé. Diremos que me fuí al Festival De Rock, aunque a mí no me gusta, y que no se lo dije porque sabia que no me dejarían. Y no había llamado porque el móvil se me quedo sin batería.
Ya si que se había quitado un peso de encima, y ahora corrió mas que antes. Cuando llego a su
casa, aporreó la puerta, y una mujer morena y baja abrió la puerta.
-¡Lucía, ha llegado Lucía!-Gritó, corriendo a llamar a los padres de Lucía, que en cuanto vieron a su hija, la abrazaron.
Ella les explicó la falsa excusa y, contra todo pronóstico, sus padres no se enfadaron, solo se disgustaron porque Lucía no les hubiera dicho nada. los siguientes días en casa de Lucía transcurrieron con total normalidad, pero Lucía no se quitaba de la cabeza el submarino, la isla y sobre todo, a Layla. Un día, cuando se levanto, se vistió y fue en bici a casa de su mejor amigo, Oscar.
-Hola Oscar, siento haberte despertado, pero me tienes que ayudar.
Lucía le contó todo lo de la isla, lo del móvil que las había salvado y el secreto que tenían que guardar. Al principio Oscar no quería participar, pero cuando Lucía le contó lo del submarino, eso le convenció del todo. Oscar, desde que tenia cinco años, decía que iba a explorar el fondo del mar y que lucharía con peces tres veces mas grandes que él y que encontraría nuevas especies...
Pasados dos o tres días, Óscar y Lucía se fueron hacia la cueva donde había comenzado todo. Pero lo que ocurrió no se parecía en nada a lo que les pasó a Lucía y a Dora: nada de una piedra violeta, ni de una caída extraña, ni de un pasillo blanco y luminoso, ni un submarino, al final, no pasó nada de nada. Cuando los niños salieron de la cueva, cabizbajos y Óscar un poco enfadado porque pensaba que Lucía le había mentido, pasó un coche, rojo que iba levantando mucho polvo a su paso. Cuando pasó por delante de Lucía, la chica que iba en el asiento del copiloto se giró y se quedó mirando a Lucía. La chica era rubia y llevaba unas grandes gafas. El coche pasó y Lucía miró la matrícula: A 502362.
-¡Es Layla! ¡La chica que iba en ese coche es Layla! ¡A 502362, la matrícula del coche rojo de Layla!
-¿Por qué estás tan feliz? En teoría ella es mala, ¿no?
-Pero, ¿y si no lo es?¿Y si es buena y nos quiere ayudar?
-Esa matrícula no es de aquí, prácticamente me se todas las matrículas del mundo, y con toda certeza te puedo decir que esa matrícula es de Australia, de ahí la A.
Justo cuando Óscar acabó de decir esto, el coche rojo volvió a apsar esta vez con Layla conduciendo. El coche paró en seco delante de los chicos, levantando aún más polvo que cuando estaba en marcha. La puerta se abrió y, efectivamente, la chica rubia era Layla. Bajó con toda la raya de maquillaje que se había pintado bajo los ojos corrida y llorando a mares.
-¡Mi compañero, mi compañero! Le han matado, le han matado.
-Tranquila Layla, no te preocupes, te ayudaremos, él es Óscar, un amigo mío.
-¿Quién le ha matado?
En ese momento, vieron que iba corriendo hacia ellos Dora, y no parecía que corriera precisamente para jugar. Cada poco miraba hacia atrás y ladraba mucho. Caundo llegó hacia los niños, de detrás de un árbol salió un hombre que corría, pero cuando vio a los chicos y a Layla, se paró, aunque seguía andando y le dijo a Lucía, con voz grave:"Tú debes morir"


-¡Aaaaaaaaaah!
Lucía estaba sudando y tenía miedo.
-¡Menos mal, solo ha sido un sueño!
Miró a Dora que estaba dormida, y se levantó para acariciarla. Luego, se sentó en la cama, abrió el cajón de su mesilla de noche, sacó el libro que debia leer para clase, miró el reloj: 3:45, y pensó:"Mejor voy a dormir, que mañana tengo tres exámenes!. Se tumbó sobre la cama, guardó el libro y cerró los ojos.
-Mañana será otro día.



lunes, 5 de abril de 2010

¿DÓNDE ESTÁ CATALINA?

- Y con todos ustedes....-dijo, mejor dicho, gritó el comentarista a través de los altavoces- la fantástica, la inigualable...¡Catalina, la elefante bailarina!
Todo el mundo que estaba en la charca viendo el espectáculo se levantó y empezó a aplaudir, pero, Catalina no salía. Detrás del escenario, todo el mundo gritaba:¿Dónde está Catalina?¿Dónde está Catalina? Allí no había nada suyo, así que eso indicaba que se había ido por su propio pie.
-Debemos llamar a alguien, el espectáculo debe continuar.-Decía, nerviosa, Dora la coordinadora. -Yo conozco a alguien.-Dijo Gero, el cartero- Se dice llamar Uribe, detective.
-Pues llamémosle, Catalina es casi el centro del espectáculo.-Añadió su primo Blaso, el payaso.-Mi prima debe aparecer.
Entonces, todos corrieron hacia el telefóno, y sin saber muy bien por qué, se pelearon por cogerlo y llamar a Uribe el detective, con tal mala fortuna que el aparato salió disparado hacia el techo y luego directo al suelo, quedando el teléfono hecho trozos tan pequeños, que ni Joaquín el albañil podría arreglarlo.
-Bueno, sabemos que vive en Motilla de Cado, el pueblo de al lado, así que vamos.
Todas los animales que estaban en la charca, se levantaron y fueron hacia Motilla de Cado. Allí en la Calle Principal, encontraron a Uribe, el detective.
-Buenos días, tiene que venir a nuestro pueblo, Catalina la bailarina del Circo de la Luna ha desaparecido, pero sabemos que se ha ido por su propio pie. Debemos encontrarla para que continúe el espectáculo.
Como si de payasos se tratase, todos los animales que había ido a Motilla de Cado, se metieron en un coche de poco más de dos metros de ancho por tres de largo. A los pocos minutos estaban en el pueblo. Después de varias horas de analísis por los alrededores de la charca, Uribe el detective se aproximó a los animales y les dijo:
- Pues, vamos haber, hemos encontrado restos de cacahuetes, que como me han dicho es la comida favorita de catalina la bailarina. Todos los cacahuetes se acaban justo en la cueva del oso. Por lo tanto, todo apunta a que Catalina se fue a dar un paseo y...
Todos los animales gritaron, y las mejores amigas de Catalina, Cata la pata y Adriana la rana, se pusieron a llorar y se abrazaron entre ellas.
-Lo único que podemos hacer,-Dijo Uribe, el detective, intentando calmar a la muchedumbre- Es ir a comprobarlo.
Todos fueron corriendo hacia la cueva del oso y cuando llegaron, entraron gritando y diciéndole al oso:"¿Qué has hecho con Catalina? ¿Dónde está Catalina?". Y el pobre oso, estaba muy nervioso. Revolvieron toda la cueva, y cuando se iban a ir, de detrás de una roca, salió Catalina.
-Mimoso el oso no me ha cogido, es mi amigo, pero lo que ocurre es que vosotros pensais que los osos son malos animales, pero son iguales que nosotros. ¿Por qué pensamos que los osos son malos? ¿Por qué algunos de ellos son malos? Pues igual que nosotros, ¿no creéis? Pues si no aceptáis a Mimoso y a su familia, tampoco me aceptáis a mí.
-No, prima, no seas así,-Contestó Blaso.-Venga, vuelve a casa, y nosotros aceptaremos a Mimoso el oso y a toda su familia.
-¿De verdad?
-Síííííííííí-Gritaron todos.

MORALEJA: Las apariencias engañan y debemos confiar en las personas y darles una segunda oportunidad.

sábado, 30 de enero de 2010

LEYENDA DE MONLERAS


Esta es una historia de hace muchos muchos años ...
Según cuenta la leyenda, en Monleras había muchos molinos,que ,poco a poco fueron desapareciendo.
El último que quedó era el molino de Samuel...

En una inundación Samuel vio como el agua subía y subía y, desesperado comenzó a rezar a los santos,prometiendo que si le salvavan haría saber a todo el pueblo que le ayudaron.
Samuel consiguió salvarse y en honor a los santos todos los años un encapuchado toca una campana al atardecer,durante el mes de Noviembre ...

¿PIRATA O POLíCIA?



Érase una vez, un chico llamado Mario,que iba de paseo al bosque.
Al mismo tiempo en "Anevi",una famosa ciudad, un pirata llamado"Capitán Temible",estaba robando, destruyendo y arrasando esta ciudad.
El "Capitán Temible" estaba triste pues ya había robado en todos los pueblos y ciudades que salían en sus mapas:
-¡No puede ser!¡Argg!-gritó muy enfadado.
Miró sus mapas durante horas y vio un pequeño puntito rojo,era la ciudad de Owen,todavía no arrasada por este pirata. Ahora el"Capitán Temible" tenía otro problema:no le apetecía robar...
El capitán decidió ir al bosque para ver si encontraba otro trabajo.
Mientras tanto Mario, el excursionista del que hablábamos al principio,iba caminando por el bosque y de pronto exclamó:
-¡Oh no, creo que me he perdido!
De pronto las ramas de unos matorrales empezaron a moverse,y el pirata salió disparado.
Mario estaba tan asustado que dio un salto tan grande que apareció sentado entre las ramas de un árbol..., pero de repente resbaló y cayó hasta quedar en los pies del pirata.
-¿Po..po...podría ayudarme?-tartamudeó Mario
-No sé,no sé -dijo el pirata- lo pensaré...
Tras un rato pensando el"Capitán Temible" dijo:
-Está bien te ayudaré a cambio de que me busques un trabajo.
-Trató echo-dijo Mario
El "Capitán Temible" ayudo a Mario a salir del bosque y éste pensó que un buen trabajo podía ser...
¡POLICÍA!
-De acuerdo seré policía-exclamó el "Capitán Temible".
Y así termina esta historia,todos contentos.
Fin

viernes, 29 de enero de 2010

DOS ELEFANTES Y UNA CHARCA- FÁBULA INVENTADA


Había una vez dos elefantes:DUCO Y TROMPETERO.Duco era simpático y alegre, pero Trompetero era muy conflictivo.Duco se pasaba todo el día detrás de Trompetero y él no le hacía caso.
Tras acabar la temporada de lluvias,un día Duco divisó una gran charca,perfecta para él,así que se metió dentro y se dio un baño.Estaba muy tranquilo,hasta que llegó Trompetero:
-¡Fuera de ahí, esta charca es mía y de nadie mas!
Y, malhumorado Trompetero empujó a Duco fuera de la charca.Duco lloraba sin parar y Trompetero,desde dentro de la charca se reía sin cesar.
Duco estaba muy triste porque Trompetero no le dejaba entrar en la charca.
Trompetero,al ver a Duco tan triste,se sintió mal por lo que había hecho,así que rectificó y dejó un trocito libre en la charca para Duco:
¡Ven aquí hay sitio para los dos!
Trompetero se sintió mas contento que nunca y se hizo muy amigo de Duco.
Desde ese día pasean juntos por la sabana africana...

Fin

MORALEJA:
Rectificar es de sabios y si haces el bien te sentirás mejor.
El perdón enriquece el corazón porque le da mayor capacidad de amar.