CUENTO GANADOR DEL CONCURSO

TENGO MIEDO A LOS EXÁMENES
Era una noche de luna llena. Yo agarraba mi mochila con una fuerza increíble y seguía caminando cuesta arriba hacia el instituto. Mientras andaba, me preguntaba muchas cosas:"¿Cómo será el examen?""¿Por qué es de noche?""¿Por qué está todo el instituto tan oscuro?"
Las puertas del Francisco Salinas chirriaron cuando mis pálidas manos las tocaron. Entré en el "hall" tan oscuro como las calles de Salamanca. Fui andando por aquellos pasillos solitarios sintiéndome rara y preguntándome nuevamente cómo sería el examen de naturales. "tengo mucho miedo, lo admito" pensé mientras me adentraba en la penumbra del aula 110. Tampoco es que estuviera muy alumbrada que digamos. Mis compañeros estaban allí, en fila, observando la pizarra, pero lo que más me extrañó fue que estuviesen callados y sentaditos. Los saludé alegremente estando dispuesta a compartir mi miedo con ellos. Mis compañeros no se inmutaron, ni siquiera me miraron o alzaron la mano. Me quedé muy disgustada al ver que ni siquiera Raúl (que tendía a abrazar y a saludar demasiado)había movido la cabeza. Como la esperanza es lo último que se pierde, corrí hacia el asiento de Alba para desearle suerte en el examen:
-¿Alba?¡Mucha mierda!-le dije con una sonrisa que ocultaba una inquietud enorme. Observé que la palidez de Alba resaltaba en aquella oscuridad y eso me asustó aún más.
-¿Por qué nadie me escucha o me habla?-me pregunté en voz alta. Al observar a todos me quedé aterrada. Mis compañeros iban de negro a conjunto con las paredes y la mesa del profesor. Miré mi ropaje que también era oscuro. Fui a donde Juancar y le pregunté:
-¿Qué demonios significa esto?¿Quién se ha muerto?¿Por qué no llega el profesor?-exclamé de lo más agitada.-¿No sentís le mismo miedo que yo?¿No os parece este asunto demasiado macabro?¿Estáis muertos?
Desesperada quise darle cuatro collejas a Juancar para que me chillase o moviese algo para defenderse. Me lo pensé mejor y me dirigí a Iván.
-¡IVÁN!-chillé-¡Seguramente tú me respondas algo!-pero Iván lo único que hizo fue seguir mirando a la pizarra, que parecía ser mucho más interesante que yo. Oservé a Jerika, que no se reía, como era de costumbre. Todos estaban pálidos y absortos con lo que les rodeaba. Me tragué mi orgullo y mi miedo y me agaché ante Pablo y Sara, deseando que abriesen la boca aunque solo fuese para insultarme. No hicieron nada. La que más miedo me daba era Isabel, que con su pelo negro a conjunto con la ropa, sus uñas pintadas de rojo y su piel blanca aterraría a cualquier gótico. Me caí de culo del susto cuando oí que la puerta se habría.
-¡PROFESOR!-grité, no se si con alegría o no.
Era Juan Luis, con papeles en la mano -8 los exámenes)y dos velas que alumbraban solamente su cara. Él me miró y señaló ni sitio. Me puse contenta de que al menos alguien me pusiese ver aunque esto me recordó lo que me debería haber preocupado hasta ahora: El maldito examen. Mis piernas dejaron de temblar y me dispuse a hacerme la valiente. Esta decisión cambió repentinamente cuando Juan Luis (observándome con la más siniestra de las miradas) me señaló el examen en mi mesa y exclamó con voz ronca:
-¿Haría el favor de sentarse caballero?
-¡Pero profesor!¡Soy señorita no caballero!- intenté bromear con el único ser que parecía verme, aunque eso implicase echarme una bronca.
-Disculpe caballero, estamos en medio de un examen. ¡Haga el favor de sentarse!-dijo alzando su túnica negra como un vampiro. Me senté en la silla esa tan fría y rígida observando el papel en blanco.
-Bien chicos, comienza el examen.
Juan Luis se puso a dictar las preguntas y cuando acabó yo releí mi examen.Observé que las cuestiones eran absurdas:
1ªpregunta:¿Con que solía saltar un Marsupilami?
2ªpregunta:Recita le canción de "Los Pitufos".
3ªpregunta:¿Dónde nacen los espárragos?En los Pirineos o en los Montes Tasili.
4ªpregunta:Quién tiene más pelo,¿Elvis Presley o un caballo de la especie "Canis Caballus Familiaris"?
5ªpregunta:Indica cuantas trampas puso Robinson Crusoe en la isla en la que naufragó.
Yo no entendía nada, miraba a mis compañeros que respondían a base de párrafos aquellas preguntas tan absurdas y yo mirando mi hoja y respondiendo lo que se me ocurría.
"Esto no es lo que yo me he estudiado" pensé "quiero largarme de aquí, esto es insoportable"Se me ocurrió correr hacia el pasillo, tirarme por la ventanas, de ir que me dolía la barriga...algo no me gustaba de aquella situación tan extravagante.
-¿Esto es real?-pregunté en voz alta y ...
Abrí por fin los ojos y miré a Rufo, mi fiel perro de peluche que nunca me llevaba la contraria. Le abracé contenta de que el sueño ya hubiera acabado.
-Un momento...hoy tengo examen de naturales y de sociales...-medité. En ese instante me tapé con las mantas para seguir soñando. Sí, soy una cobarde, ¿pero a quién le gustan los exámenes?

Por Elisabeth, ganadora del primer concurso de cuentos.

¡FELICIDADES ELISABETH!